La ciudad de Sapporo, en la isla de Hokkaido, al norte de Japón, ha decidido repentinamente suspender su candidatura a los Juegos Olímpicos de Invierno de 2030, en respuesta a la desconfianza pública ante los asombrosos costes de tales acontecimientos deportivos y, sobre todo, a un vasto escándalo de corrupción relacionado con los Juegos Olímpicos de Tokio 2021.
Es difícil convencer a los ciudadanos japoneses de la pertinencia de solicitar unos nuevos Juegos Olímpicos y Paralímpicos en Sapporo (Japón) cuando cada día, desde hace cuatro meses, se multiplican las detenciones, revelaciones y acusaciones entre los organizadores y patrocinadores de los anteriores Juegos de verano de 2021.
La conclusión es obvia: «Por el momento, suspendemos la promoción activa de la candidatura de Sapporo y revisaremos la forma en que deben organizarse estos Juegos Olímpicos para obtener la comprensión de los ciudadanos de Sapporo, del condado y del país», explica Katsuhiro Akimoto, alcalde de Sapporo.
Los organizadores planean una encuesta nacional
El calendario y las modalidades aún están por definir. Además, son esenciales otras medidas. «En vista de las sospechas que rodean la organización de los Juegos Olímpicos de Tokio del año pasado, vamos a estudiar las medidas necesarias relativas a la gobernanza del comité organizador», prosiguió Katsuhiro Akimoto. Los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de Tokio carecieron de esta gobernanza. Se sospecha que uno de los miembros del comité organizador aceptó sobornos negociando contratos con varios patrocinadores también acusados.